Sólo deben ser atendidos por profesionales de la psicología escolar, especialistas de la salud mental ,consejeros, especialistas en lectura y educadores especiales; nunca por sus maestros o profesores aunque estén muy cualificados
Compartir las responsabilidades a través de asociaciones que incluyan a las familias, entidades del barrio, policías , agencias de menores, salud mental, agencias de la comunidad ,etc.
Informar a los padres cuando se observen señales de advertencia temprana en los niños.
Mantener una línea de discreción y confidencialidad de las advertencias tempranas detectadas.
Formar, entrenar habilidades y desarrollar las capacidades que tengan maestros, estudiantes, padres y personal de apoyo para que respondan adecuadamente cuando se produzcan las señales de alertas.
Animar a los estudiantes que hayan tenido comportamientos tramposos para que reconozcan y se responsabilicen de sus acciones y que colaboren a la erradicación de actos violentos.
Proveer entrenamiento y apoyo a los menores y familias para que integren y comprendan los factores que pueden iniciar o implementar episodios violentos.
Si se evidencia comportamiento conflictivo persistente o grados académicos muy bajos, plantear la posibilidad, después de consulta facultativa y formal, la discapacitación y su reportaje a la educación especial.
domingo, 10 de junio de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario